Political fakes

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[Mynice50]

que putas, merecen la humillacion de todos por tragaleches

[ricqixcotl]

No sé si aquí son bien recibidos los relatos sobre políticas... Aquí inicio uno sobre Ayuso:

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Como todos sabemos, el calor de Madrid en verano es algo insoportable. Y, si no lo sabías, toma nota de ello: a según qué horas, la capital es un auténtico infierno.

Y ese día en pleno julio no era ninguna excepción.

Por motivos que ahora no vienen al caso, me enviaron a suplir una pequeña tarea de mantenimiento a la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, en plena Puerta del Sol. Y, haciendo justicia a su nombre, caía un sol de justicia.

Pasado el control de seguridad y, tras explicar los motivos de mi asistencia al edificio, me indicaron dónde tenía que realizar mi trabajo. Se trataba de algo sencillo: reparar un par de estores y, como mucho, sustituir los antiguos por unos nuevos. Nada que no estuviera hecho en más de una hora.

—... esa de ahí es: la segunda puerta a mano izquierda. Cualquier cosa bajas y nos avisas.
—¡Muchas gracias! Nos vemos luego. —Respondí, saludando con la mano al agente de seguridad que me indicó el camino—.

Cerrando la puerta, me encontraba a solas en un amplio despacho oficial, con su escritorio caro, repleto de papeles y con banderas oficiales enmarcando la escena. Eché un rápido vistazo y ubiqué los estores medio descolgados que tenía que reparar. Efectivamente, no me llevaría mucho tiempo.

Dejando la caja de herramientas y los materiales en el suelo, me desabroché la parte superior del mono y me la anudé a la cintura. Hacía un calor de mil demonios y me iba a dar algo.

Me estaba secando el sudor de la frente cuando escuché un grifo abrirse detrás de una puerta situada en una de las paredes de la estancia. Miré extrañado, pues no imaginaba que hubiera un baño público tan cerca de un despacho oficial. Y pronto se despejaron mis dudas, cuando vi que se abrió el pomo de la puerta y apareció la mismísima Presidenta I.D.A.. Sí, ahí estaba yo: estaba plantado en mitad de su despacho presidencial. Salió del baño y enseguida se percató de mi presencia, dedicándome una amplia y cariñosa sonrisa a la vez que me daba los buenos días. Sin duda, estaba radiante y guapísima, mucho más de lo que se ve por la tele.

—¡Qué rápido habéis venido! Imagino que vienes a reparar las persianas, ¿verdad? —Preguntó, a la vez que se giraba para señalarlas, lo que provocó que la fina falda de vuelo blanca bailara y rodeara su estilizada figura, rematada por unos tacones y una delicada blusa, todo a juego—.
—¡Correcto! A eso he venido. Un placer conocerla, señora Presidenta, espero no molestarla mucho —Le dije algo nervioso, tendiéndole la mano—.
—¡Qué molestia ni molestia! Qué tontería, por favor. El placer es mío —Dijo, mirándome con cierta picardía a los ojos a la vez que me apartaba suavemente la mano, para agarrarme por ambos brazos y darme dos besos, con toda la confianza—. Menudos brazos tienes, chaval, las tendrás loquitas a todas…

Lo cierto es que he de reconocer que trato de cuidarme, y al tener un trabajo que requiere tanto esfuerzo físico constante, digamos que me veo bastante en forma.

—Bueno, hago lo que puedo —Respondí tontamente y casi tartamudeando, mirándonos a los ojos al mismo tiempo que ella me palpaba ambos bíceps más y más fuerte, mordiéndose el labio inferior. Me tenía hechizado con su traviesa mirada—.
—... ¿qué te pasa, te estás poniendo nervioso? ¿Es la primera vez que ves a una famosa o qué?
—Pues sí… Eso, y que en persona eres mucho más guapa que lo que se ve por la tele, que ya es decir —Me atreví a decir—.
—Oins, pues muchas gracias, de verdad. Qué alegría que le digan esas cosas a una.
—Estarás acostumbrada, levantas pasiones entre toda la clase política. Los que tanto te critican es porque te tienen envidia, estoy seguro.

Tras decir esto, se apartó un par de pasos y dio un giro completo, haciendo volar de nuevo su falda y esta vez dejándome ver la mitad de sus muslos.

—¿Eso crees? Bueno, la verdad que tengo que reconocer que mal no estoy —Dijo, con las manos en la cintura y guiñándome un ojo—.

Al cabo de unos pocos segundos mirándome fijamente, que se me hicieron eternos, avanzó hacia mí y me agarró del nudo del mono en la cintura, con el dedo índice.

—Espero que no solo levante pasiones…

Y, acto seguido, se puso ligeramente de puntillas para darme un cariñoso beso en los labios… No daba crédito: la mismísima Presidenta I.D.A. me estaba besando en medio de su despacho.



Continuará...

[George_caldero]

No sé si aquí son bien recibidos los relatos sobre políticas... Aquí inicio uno sobre Ayuso:

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Como todos sabemos, el calor de Madrid en verano es algo insoportable. Y, si no lo sabías, toma nota de ello: a según qué horas, la capital es un auténtico infierno.

Y ese día en pleno julio no era ninguna excepción.

Por motivos que ahora no vienen al caso, me enviaron a suplir una pequeña tarea de mantenimiento a la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, en plena Puerta del Sol. Y, haciendo justicia a su nombre, caía un sol de justicia.

Pasado el control de seguridad y, tras explicar los motivos de mi asistencia al edificio, me indicaron dónde tenía que realizar mi trabajo. Se trataba de algo sencillo: reparar un par de estores y, como mucho, sustituir los antiguos por unos nuevos. Nada que no estuviera hecho en más de una hora.

—... esa de ahí es: la segunda puerta a mano izquierda. Cualquier cosa bajas y nos avisas.
—¡Muchas gracias! Nos vemos luego. —Respondí, saludando con la mano al agente de seguridad que me indicó el camino—.

Cerrando la puerta, me encontraba a solas en un amplio despacho oficial, con su escritorio caro, repleto de papeles y con banderas oficiales enmarcando la escena. Eché un rápido vistazo y ubiqué los estores medio descolgados que tenía que reparar. Efectivamente, no me llevaría mucho tiempo.

Dejando la caja de herramientas y los materiales en el suelo, me desabroché la parte superior del mono y me la anudé a la cintura. Hacía un calor de mil demonios y me iba a dar algo.

Me estaba secando el sudor de la frente cuando escuché un grifo abrirse detrás de una puerta situada en una de las paredes de la estancia. Miré extrañado, pues no imaginaba que hubiera un baño público tan cerca de un despacho oficial. Y pronto se despejaron mis dudas, cuando vi que se abrió el pomo de la puerta y apareció la mismísima Presidenta I.D.A.. Sí, ahí estaba yo: estaba plantado en mitad de su despacho presidencial. Salió del baño y enseguida se percató de mi presencia, dedicándome una amplia y cariñosa sonrisa a la vez que me daba los buenos días. Sin duda, estaba radiante y guapísima, mucho más de lo que se ve por la tele.

—¡Qué rápido habéis venido! Imagino que vienes a reparar las persianas, ¿verdad? —Preguntó, a la vez que se giraba para señalarlas, lo que provocó que la fina falda de vuelo blanca bailara y rodeara su estilizada figura, rematada por unos tacones y una delicada blusa, todo a juego—.
—¡Correcto! A eso he venido. Un placer conocerla, señora Presidenta, espero no molestarla mucho —Le dije algo nervioso, tendiéndole la mano—.
—¡Qué molestia ni molestia! Qué tontería, por favor. El placer es mío —Dijo, mirándome con cierta picardía a los ojos a la vez que me apartaba suavemente la mano, para agarrarme por ambos brazos y darme dos besos, con toda la confianza—. Menudos brazos tienes, chaval, las tendrás loquitas a todas…

Lo cierto es que he de reconocer que trato de cuidarme, y al tener un trabajo que requiere tanto esfuerzo físico constante, digamos que me veo bastante en forma.

—Bueno, hago lo que puedo —Respondí tontamente y casi tartamudeando, mirándonos a los ojos al mismo tiempo que ella me palpaba ambos bíceps más y más fuerte, mordiéndose el labio inferior. Me tenía hechizado con su traviesa mirada—.
—... ¿qué te pasa, te estás poniendo nervioso? ¿Es la primera vez que ves a una famosa o qué?
—Pues sí… Eso, y que en persona eres mucho más guapa que lo que se ve por la tele, que ya es decir —Me atreví a decir—.
—Oins, pues muchas gracias, de verdad. Qué alegría que le digan esas cosas a una.
—Estarás acostumbrada, levantas pasiones entre toda la clase política. Los que tanto te critican es porque te tienen envidia, estoy seguro.

Tras decir esto, se apartó un par de pasos y dio un giro completo, haciendo volar de nuevo su falda y esta vez dejándome ver la mitad de sus muslos.

—¿Eso crees? Bueno, la verdad que tengo que reconocer que mal no estoy —Dijo, con las manos en la cintura y guiñándome un ojo—.

Al cabo de unos pocos segundos mirándome fijamente, que se me hicieron eternos, avanzó hacia mí y me agarró del nudo del mono en la cintura, con el dedo índice.

—Espero que no solo levante pasiones…

Y, acto seguido, se puso ligeramente de puntillas para darme un cariñoso beso en los labios… No daba crédito: la mismísima Presidenta I.D.A. me estaba besando en medio de su despacho.



Continuará...

Yo por mi parte si es bienvenido a ver que vemos jeje, por ahora parece bueno.

[ricqixcotl]

Gracias, compañero! Sigo entonces:

------

Me agarraba de los bíceps a medida que subíamos la intensidad de ese cálido y tórrido beso. Mis manos reposaban ahora a ambos lados de su cintura a la vez que nuestras lenguas se entrelazaban y lanzábamos jadeos cada vez más intensos.

—Joder, qué bien besas, Presidenta.
—Me estás poniendo muy cachonda —Alcanzó a decir entre jadeos, a la vez que le besaba el cuello y le mordisqueaba el lóbulo de la oreja—.

Mis manos llevaban un rato trabajando el poderoso y firme culo de la Presidenta. Por el tacto, diría que llevaba tanga, o directamente nada…

En estas que se dio la vuelta y se pegó de espaldas a mi, para que la rodeara con mis brazos y siguiéramos dejándonos llevar.

Mis manos acariciaban ahora sus pechos por encima de la blusa, mientras ella me susurraba deseos cada vez más profundos que no hacían más que caldear el ambiente.

—Tócame las tetas —Me imploró, y con cierta maestría, me las arreglé para desabrochar algunos botones de la blusa y meter la mano por dentro. El tacto de esos pechos por dentro del elegante pero sencillo sostén, del tamaño y dureza perfectos, era algo que solo podía imaginar en mis mejores sueños—.

A la vez que yo me recreaba con sus dos preciosos tesoros, ella no perdió el tiempo y movía la mano arriba y abajo por encima de mi abultado pantalón. Súbitamente, se dio la vuelta con mirada desafiante y se puso de rodillas frente a mi, desabrochando mi mono a toda prisa y bajándolo hasta los tobillos.

Subía y bajaba las manos por mis marcados muslos, sin perder de vista a “mi amigo”, deseoso de salir de mi ropa interior, y al cabo de un instante ella misma me bajó la prenda que me quedaba, provocando que mi miembro rebotara hacia arriba como una pértiga.

—Waaaa, no veas, ¿eh? Vaya herramienta que tenías guardada —Comentó, con una ilusión en la cara y en la voz similar a la de un niño el día de Reyes—.

Acto seguido, su mano ya agarraba mi erecto miembro y lo masturbaba con delicadeza, al mismo tiempo que se relamía y me miraba con cara de vicio.

— Qué: ¿me das permiso o no? —Me preguntó, masturbando pausadamente mi pene haciendo un lascivo gesto con la lengua—.
—Todo tuyo, señora Presidenta —Alcancé a decir, con la boca seca—.

Y, dicho y hecho: comenzó a introducirse mi polla en la boca, primero a un ritmo pausado pero poco a poco aumentando la intensidad y el nivel de cerdería. Yo estaba en el cielo, con mi polla en la cálida y cada vez más húmeda boca de la señorita I.D.A.. Me agarraba ahora por la cintura y culo, apretándose contra mí de vez en cuando para profundizar en la felación.

Cuando esto ocurría, se la sacaba de golpe con un sonido de “aaaah”, tomando algo de aire y mirándome con los ojos vidriosos, a la vez que un grueso hilo de baba colgaba entre mi polla y sus sonrientes labios.

Tras repetirlo algunas veces, las babas ya chorreaban por su pecho y ella misma comenzó a desabrocharse el sostén —Con la polla en la boca, sin manos, para no perder la magia del momento—.

Con sus pechos libres, no tuve más remedio que llevar una mano hacia ellos. La sensación de tocar esos pezones rosados y ahora erectos era algo que no podría describir con palabras. Podría estar horas masajeando ese regalo de los dioses.

Pasados unos instantes de interacción con sus preciosos y apetecibles pechos, sacó mi empapado miembro de la boca y se levantó del suelo.

—Ven, siéntate aquí —Dijo, cogiéndome de la mano y con los labios brillantes y bien humedecidos. Me sentó en un blanco y cómodo sofá, empujándome cariñosamente a la vez que se desabrochaba y bajaba la falda—. Mejor que nos pongamos cómodos.

Y siguió con la felación, ahora desde una mejor posición y con mayor acceso a mi más privada anatomía. Aproveché para quitarme la camiseta mientras la cabeza de I.D.A. daba idas y venidas de manera armónica, dejando mi sudado torso al descubierto. Ella se percató y me dio un repaso visual de arriba a abajo —parando la felación por un momento—, pasando ambas manos por mi vientre y subiendo sensualmente hacia mi pecho, ahogando entre un gemido y un resoplido.

—Guaaau, chaval, estás para comerte… —Dijo, sacudiendo la cabeza y mordiéndose el labio inferior a medida que no perdía detalle de mi sudado cuerpo—.
—En eso estás ya, ¿no? —Respondí a modo de broma, sacudiéndome la polla con la mano y golpeándole suavemente en el pecho con ella—.
—Uy, y esto solo acaba de empezar…

Y de pronto hizo algo que jamás hubiera imaginado (no de ella, por lo menos).



Continuará...

[George_caldero]

Gracias, compañero! Sigo entonces:

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Me agarraba de los bíceps a medida que subíamos la intensidad de ese cálido y tórrido beso. Mis manos reposaban ahora a ambos lados de su cintura a la vez que nuestras lenguas se entrelazaban y lanzábamos jadeos cada vez más intensos.

—Joder, qué bien besas, Presidenta.
—Me estás poniendo muy cachonda —Alcanzó a decir entre jadeos, a la vez que le besaba el cuello y le mordisqueaba el lóbulo de la oreja—.

Mis manos llevaban un rato trabajando el poderoso y firme culo de la Presidenta. Por el tacto, diría que llevaba tanga, o directamente nada…

En estas que se dio la vuelta y se pegó de espaldas a mi, para que la rodeara con mis brazos y siguiéramos dejándonos llevar.

Mis manos acariciaban ahora sus pechos por encima de la blusa, mientras ella me susurraba deseos cada vez más profundos que no hacían más que caldear el ambiente.

—Tócame las tetas —Me imploró, y con cierta maestría, me las arreglé para desabrochar algunos botones de la blusa y meter la mano por dentro. El tacto de esos pechos por dentro del elegante pero sencillo sostén, del tamaño y dureza perfectos, era algo que solo podía imaginar en mis mejores sueños—.

A la vez que yo me recreaba con sus dos preciosos tesoros, ella no perdió el tiempo y movía la mano arriba y abajo por encima de mi abultado pantalón. Súbitamente, se dio la vuelta con mirada desafiante y se puso de rodillas frente a mi, desabrochando mi mono a toda prisa y bajándolo hasta los tobillos.

Subía y bajaba las manos por mis marcados muslos, sin perder de vista a “mi amigo”, deseoso de salir de mi ropa interior, y al cabo de un instante ella misma me bajó la prenda que me quedaba, provocando que mi miembro rebotara hacia arriba como una pértiga.

—Waaaa, no veas, ¿eh? Vaya herramienta que tenías guardada —Comentó, con una ilusión en la cara y en la voz similar a la de un niño el día de Reyes—.

Acto seguido, su mano ya agarraba mi erecto miembro y lo masturbaba con delicadeza, al mismo tiempo que se relamía y me miraba con cara de vicio.

— Qué: ¿me das permiso o no? —Me preguntó, masturbando pausadamente mi pene haciendo un lascivo gesto con la lengua—.
—Todo tuyo, señora Presidenta —Alcancé a decir, con la boca seca—.

Y, dicho y hecho: comenzó a introducirse mi polla en la boca, primero a un ritmo pausado pero poco a poco aumentando la intensidad y el nivel de cerdería. Yo estaba en el cielo, con mi polla en la cálida y cada vez más húmeda boca de la señorita I.D.A.. Me agarraba ahora por la cintura y culo, apretándose contra mí de vez en cuando para profundizar en la felación.

Cuando esto ocurría, se la sacaba de golpe con un sonido de “aaaah”, tomando algo de aire y mirándome con los ojos vidriosos, a la vez que un grueso hilo de baba colgaba entre mi polla y sus sonrientes labios.

Tras repetirlo algunas veces, las babas ya chorreaban por su pecho y ella misma comenzó a desabrocharse el sostén —Con la polla en la boca, sin manos, para no perder la magia del momento—.

Con sus pechos libres, no tuve más remedio que llevar una mano hacia ellos. La sensación de tocar esos pezones rosados y ahora erectos era algo que no podría describir con palabras. Podría estar horas masajeando ese regalo de los dioses.

Pasados unos instantes de interacción con sus preciosos y apetecibles pechos, sacó mi empapado miembro de la boca y se levantó del suelo.

—Ven, siéntate aquí —Dijo, cogiéndome de la mano y con los labios brillantes y bien humedecidos. Me sentó en un blanco y cómodo sofá, empujándome cariñosamente a la vez que se desabrochaba y bajaba la falda—. Mejor que nos pongamos cómodos.

Y siguió con la felación, ahora desde una mejor posición y con mayor acceso a mi más privada anatomía. Aproveché para quitarme la camiseta mientras la cabeza de I.D.A. daba idas y venidas de manera armónica, dejando mi sudado torso al descubierto. Ella se percató y me dio un repaso visual de arriba a abajo —parando la felación por un momento—, pasando ambas manos por mi vientre y subiendo sensualmente hacia mi pecho, ahogando entre un gemido y un resoplido.

—Guaaau, chaval, estás para comerte… —Dijo, sacudiendo la cabeza y mordiéndose el labio inferior a medida que no perdía detalle de mi sudado cuerpo—.
—En eso estás ya, ¿no? —Respondí a modo de broma, sacudiéndome la polla con la mano y golpeándole suavemente en el pecho con ella—.
—Uy, y esto solo acaba de empezar…

Y de pronto hizo algo que jamás hubiera imaginado (no de ella, por lo menos).



Continuará...

Que apetito tiene la presidenta no? se come igual a un presidente, un diputado que al que va a cambiar estores jeje, a ver como acaba que esta muy interesante.

[ricqixcotl]

Seguimos con el relato:

------


Se apartó levemente de mí y me cogió por la corva de ambas rodillas, obligándome a levantar las piernas y quedándome en una posición algo… “expuesta”, digamos.

—Ey, ey, ¿qué vas a hacer? —Dije algo nervioso, entre sorprendido y asustado—.
—Ssssh, tranquilo, bombón… Ya verás como luego no te quejas —Me respondió con voz calmada y sensual, guiñándome un ojo—.

Acto seguido, acercó su cálido aliento a la entrada de mi ano y me dedicó una pasada de abajo a arriba, con la lengua, que me hizo dar un pequeño respingo.

Repitió este mismo movimiento unas cuantas veces hasta que se dedicó plenamente a repasar mi esfínter a conciencia con la lengua, trazando círculos y haciendo incursiones al interior de mi ser, al mismo tiempo que iba cogiendo y soltando aire de manera ahogada y con un sonido muy sexy.

—Fffuaaaa, qué gustazooo —Alcancé a decir, con la cabeza echada hacia atrás y los ojos en blanco, sujetándome la piernas para facilitarle el acceso a mi culo—.
—¿Lo ves? Si es que todos sois muy machitos pero luego os encanta que os coman el culo, pero no lo queréis reconocer… —Espetó ella, dejando caer un escupitajo sobre mi ano y jugando con el dedo índice a medida que lo esparcía—.

Al mismo tiempo, me empezó a lamer los testículos, y poco a poco su dedo fue entrando en mi culo, de una manera cariñosa y muy morbosa. Ver a I.D.A. arrodillada y totalmente entregada a mis testículos y ano es una imagen que espero no eliminar jamás de mi mente. A medida que entraba y salía cada vez más profundamente, lubricaba su dedo y mi ano con más saliva, y yo me encontraba en el cielo…

En esa misma posición, estando yo con las piernas bien sujetas hacia arriba, ella se levantó lenta y sensualmente.

—Quédate así —me pidió—.

Apartándose el tanga hacia un lado —sí, confirmo que era un tanga, sencillo y blanco—, se acercó hacia mí de frente, flexionando levemente las rodillas y situando la punta de mi capullo en la entrada de su húmedo coño —no me había percatado pero, mientras me practicaba el mejor beso negro que me harán nunca, se había estado tocando el coño—.

Subía y bajaba lenta pero firmemente, controlando la penetración a su antojo y dibujando en su hermoso rostro muecas de puro placer, con los ojos cerrados. Al cabo de un momento, las embestidas seguían un ritmo seguro y constante y… ¡Sí! ¡I.D.A. me estaba follando en la postura de la amazona! Tenerla delante de mí, con la boca entreabierta, penetrándole el coño y con las tetas bailando delante de mi cara fue una escena que no imaginaba haber disfrutado cuando me desperté esta mañana para venir a trabajar. Curiosamente, era ella la que me estaba trabajando a mí.

—Joder, cómo me llenas el coño —dijo ella mientras botaba, apoyándose con las manos en mis rodillas y jadeando sordamente—. Qué bien entra y sale…
—Me encanta sentirme dentro de tí, señora Presidenta, qué buena estássss —dije, mientras le agarraba las tetas y me metía una de ellas en la boca, lamiendo salvajemente el pezón y dándole unos cariñosos mordiscos, provocando un sonoro gemido por parte de ella—.

Seguimos en esta posición durante un buen rato, con mi boca y lengua pasando indistintamente de una teta a la otra mientras los dos chorreábamos en sudor. Se incorporó poco a poco, viendo cómo un fino y brillante hilo de flujo unía mi polla con el interior de su coño, y yo bajé por fin las piernas —empezaba a tenerlas algo entumecidas—. Ella se apartaba el pelo despeinado de la cara mientras no paraba de jadear, con gotas de sudor le recorrían el canalillo y tenía el tanga medio apartado, dejando ver sus abultados y húmedos labios vaginales, coronados por una escasa y bien cuidada línea de vello.

Me incliné un poco hacia adelante, tomándole por las caderas, y comencé a besarle su precioso ombligo y a darle unos suaves bocaditos por todo el vientre. Ella me agarraba de la cabeza y me despeinaba descontrolada. Bajé a no mucho tardar hacia su tesoro y le pasé la lengua, saboreando su delicioso néctar y sin olvidarme de su erecto clítoris, lo que provocó varios gemidos y un par de respingos por su parte. Mientras tanto, no paré de amasar su precioso culo en tanga con ambas manos, como si no hubiera un mañana.



Continuará ..

[George_caldero]

Seguimos con el relato:

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Se apartó levemente de mí y me cogió por la corva de ambas rodillas, obligándome a levantar las piernas y quedándome en una posición algo… “expuesta”, digamos.

—Ey, ey, ¿qué vas a hacer? —Dije algo nervioso, entre sorprendido y asustado—.
—Ssssh, tranquilo, bombón… Ya verás como luego no te quejas —Me respondió con voz calmada y sensual, guiñándome un ojo—.

Acto seguido, acercó su cálido aliento a la entrada de mi ano y me dedicó una pasada de abajo a arriba, con la lengua, que me hizo dar un pequeño respingo.

Repitió este mismo movimiento unas cuantas veces hasta que se dedicó plenamente a repasar mi esfínter a conciencia con la lengua, trazando círculos y haciendo incursiones al interior de mi ser, al mismo tiempo que iba cogiendo y soltando aire de manera ahogada y con un sonido muy sexy.

—Fffuaaaa, qué gustazooo —Alcancé a decir, con la cabeza echada hacia atrás y los ojos en blanco, sujetándome la piernas para facilitarle el acceso a mi culo—.
—¿Lo ves? Si es que todos sois muy machitos pero luego os encanta que os coman el culo, pero no lo queréis reconocer… —Espetó ella, dejando caer un escupitajo sobre mi ano y jugando con el dedo índice a medida que lo esparcía—.

Al mismo tiempo, me empezó a lamer los testículos, y poco a poco su dedo fue entrando en mi culo, de una manera cariñosa y muy morbosa. Ver a I.D.A. arrodillada y totalmente entregada a mis testículos y ano es una imagen que espero no eliminar jamás de mi mente. A medida que entraba y salía cada vez más profundamente, lubricaba su dedo y mi ano con más saliva, y yo me encontraba en el cielo…

En esa misma posición, estando yo con las piernas bien sujetas hacia arriba, ella se levantó lenta y sensualmente.

—Quédate así —me pidió—.

Apartándose el tanga hacia un lado —sí, confirmo que era un tanga, sencillo y blanco—, se acercó hacia mí de frente, flexionando levemente las rodillas y situando la punta de mi capullo en la entrada de su húmedo coño —no me había percatado pero, mientras me practicaba el mejor beso negro que me harán nunca, se había estado tocando el coño—.

Subía y bajaba lenta pero firmemente, controlando la penetración a su antojo y dibujando en su hermoso rostro muecas de puro placer, con los ojos cerrados. Al cabo de un momento, las embestidas seguían un ritmo seguro y constante y… ¡Sí! ¡I.D.A. me estaba follando en la postura de la amazona! Tenerla delante de mí, con la boca entreabierta, penetrándole el coño y con las tetas bailando delante de mi cara fue una escena que no imaginaba haber disfrutado cuando me desperté esta mañana para venir a trabajar. Curiosamente, era ella la que me estaba trabajando a mí.

—Joder, cómo me llenas el coño —dijo ella mientras botaba, apoyándose con las manos en mis rodillas y jadeando sordamente—. Qué bien entra y sale…
—Me encanta sentirme dentro de tí, señora Presidenta, qué buena estássss —dije, mientras le agarraba las tetas y me metía una de ellas en la boca, lamiendo salvajemente el pezón y dándole unos cariñosos mordiscos, provocando un sonoro gemido por parte de ella—.

Seguimos en esta posición durante un buen rato, con mi boca y lengua pasando indistintamente de una teta a la otra mientras los dos chorreábamos en sudor. Se incorporó poco a poco, viendo cómo un fino y brillante hilo de flujo unía mi polla con el interior de su coño, y yo bajé por fin las piernas —empezaba a tenerlas algo entumecidas—. Ella se apartaba el pelo despeinado de la cara mientras no paraba de jadear, con gotas de sudor le recorrían el canalillo y tenía el tanga medio apartado, dejando ver sus abultados y húmedos labios vaginales, coronados por una escasa y bien cuidada línea de vello.

Me incliné un poco hacia adelante, tomándole por las caderas, y comencé a besarle su precioso ombligo y a darle unos suaves bocaditos por todo el vientre. Ella me agarraba de la cabeza y me despeinaba descontrolada. Bajé a no mucho tardar hacia su tesoro y le pasé la lengua, saboreando su delicioso néctar y sin olvidarme de su erecto clítoris, lo que provocó varios gemidos y un par de respingos por su parte. Mientras tanto, no paré de amasar su precioso culo en tanga con ambas manos, como si no hubiera un mañana.



Continuará ..

Joder jaja, como le gusta a la presidenta probar que es la que manda; muy buen relato sigue sigue jeje.

[ricqixcotl]

Gracias, compañero! Me alegro de que te guste Sigo:

------

Le invité a que se diera la vuelta y ahí estaba: el increíble culazo de I.D.A. coronado por un tanga a mi entera disposición. Tras admirarlo unos instantes y seguir tocándolo con ambas manos, hundí mi cara entre ambas nalgas, buceando y dejándome embaucar por los más profundos aromas de la Presidenta.

Los gemidos iban en aumento, acompañados de expresiones como “oh sí”, “uff, joder”, “ay Dios” y “hmmm no pares”, que me estaban poniendo cardíaco. Y uno, como es agradecido, le quiso devolver el favor.

—Ahora es mi turno —le dije, apartándole a un lado el tanga y dejando su ano a mi entera disposición—.

Su respuesta no fue otra que inclinarse hacia adelante y separarse las nalgas con ambas manos, dejándome vía libre sin mediar palabra.

No tardé en tener mi lengua desatada tanto en la superficie como en el interior del ano de I.D.A., lo que provocaba gemidos y temblores cada vez más intensos por parte de la Presidenta (¿nos estarían escuchando desde fuera?). Cuanto más degustaba su culo más y más me enganchaba a su sabor y olor. Era de un color pálido y rosado, totalmente limpio y, ahora, más reluciente que nunca. Me arrimé más a su culo, forzándola a que me hundiera aún más entre sus nalgas. Ahora su mano me apretaba la cabeza y la otra frotaba su coño sin parar.

Sacando la cara de ahí para tomar aire, me propinó un morreazo con lengua y con mucho vicio, demostrando lo calientes que estábamos ambos. Tras un poco de guarreo jugando con nuestras lenguas, me empujó para que me recostara contra el sofá y, de espaldas a mí, me agarró de la polla al mismo tiempo que flexionaba de nuevo las rodillas…

…pero, esta vez, mi polla estaba pidiendo paso a la entrada de su culo. Ella me tenía a su merced, y controlaba perfectamente la penetración de mi polla en su aún cerrado, pero bien lubricado, agujero...

—Despacio, despacio —le indiqué—.
—Sí, tranquilo, poco a poco —me respondió, resoplando y subiendo y bajando con calma, para que su agujero fuera dilatando—.

Al cabo de unas pocas idas y venidas, cada una con un poco más de profundidad que la anterior, el ano de la Presidenta estaba más que acostumbrado al diámetro de mi polla, que entraba y salía a un ritmo e intensidad constantes. La visión de I.D.A. de espaldas a mí, con la polla dentro de su culo y sus nalgas golpeando mi pelvis al ritmo de “choc, choc, choc” me estaba poniendo a mil por hora. No paraba de agarrar su cintura y admirar su sudado cuerpo mientras subía y bajaba, recogiéndose el pelo y soltándoselo al mismo tiempo que emitía todo tipo de jadeos y gemidos.

—Joder, qué gustazo, ¡me encanta! Menuda polla tienes… —jadeó, parando ahora de botar y trazando círculos con la cadera, sin sacar mi miembro de su interior, a la vez que se frotaba a toda velocidad su cada vez más empapado coño—.
—Estás buenísima, me tienes cachondísimo —dije, en un ahogado jadeo—.
—No te corras aún, que tengo ganas de seguir —me pidió—.

No estaba muy seguro de poder conseguirlo: realmente estaba muy muy cachondo, pero me esforcé todo lo que pude.




Continuará...

[George_caldero]

Gracias, compañero! Me alegro de que te guste Sigo:

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Le invité a que se diera la vuelta y ahí estaba: el increíble culazo de I.D.A. coronado por un tanga a mi entera disposición. Tras admirarlo unos instantes y seguir tocándolo con ambas manos, hundí mi cara entre ambas nalgas, buceando y dejándome embaucar por los más profundos aromas de la Presidenta.

Los gemidos iban en aumento, acompañados de expresiones como “oh sí”, “uff, joder”, “ay Dios” y “hmmm no pares”, que me estaban poniendo cardíaco. Y uno, como es agradecido, le quiso devolver el favor.

—Ahora es mi turno —le dije, apartándole a un lado el tanga y dejando su ano a mi entera disposición—.

Su respuesta no fue otra que inclinarse hacia adelante y separarse las nalgas con ambas manos, dejándome vía libre sin mediar palabra.

No tardé en tener mi lengua desatada tanto en la superficie como en el interior del ano de I.D.A., lo que provocaba gemidos y temblores cada vez más intensos por parte de la Presidenta (¿nos estarían escuchando desde fuera?). Cuanto más degustaba su culo más y más me enganchaba a su sabor y olor. Era de un color pálido y rosado, totalmente limpio y, ahora, más reluciente que nunca. Me arrimé más a su culo, forzándola a que me hundiera aún más entre sus nalgas. Ahora su mano me apretaba la cabeza y la otra frotaba su coño sin parar.

Sacando la cara de ahí para tomar aire, me propinó un morreazo con lengua y con mucho vicio, demostrando lo calientes que estábamos ambos. Tras un poco de guarreo jugando con nuestras lenguas, me empujó para que me recostara contra el sofá y, de espaldas a mí, me agarró de la polla al mismo tiempo que flexionaba de nuevo las rodillas…

…pero, esta vez, mi polla estaba pidiendo paso a la entrada de su culo. Ella me tenía a su merced, y controlaba perfectamente la penetración de mi polla en su aún cerrado, pero bien lubricado, agujero...

—Despacio, despacio —le indiqué—.
—Sí, tranquilo, poco a poco —me respondió, resoplando y subiendo y bajando con calma, para que su agujero fuera dilatando—.

Al cabo de unas pocas idas y venidas, cada una con un poco más de profundidad que la anterior, el ano de la Presidenta estaba más que acostumbrado al diámetro de mi polla, que entraba y salía a un ritmo e intensidad constantes. La visión de I.D.A. de espaldas a mí, con la polla dentro de su culo y sus nalgas golpeando mi pelvis al ritmo de “choc, choc, choc” me estaba poniendo a mil por hora. No paraba de agarrar su cintura y admirar su sudado cuerpo mientras subía y bajaba, recogiéndose el pelo y soltándoselo al mismo tiempo que emitía todo tipo de jadeos y gemidos.

—Joder, qué gustazo, ¡me encanta! Menuda polla tienes… —jadeó, parando ahora de botar y trazando círculos con la cadera, sin sacar mi miembro de su interior, a la vez que se frotaba a toda velocidad su cada vez más empapado coño—.
—Estás buenísima, me tienes cachondísimo —dije, en un ahogado jadeo—.
—No te corras aún, que tengo ganas de seguir —me pidió—.

No estaba muy seguro de poder conseguirlo: realmente estaba muy muy cachondo, pero me esforcé todo lo que pude.




Continuará...

Buff la presidenta esta demostrando porque esta donde esta, que potencia transmite jaja, sigue por favor tio jeje.

[ricqixcotl]

Gracias, compañero! Aquí va el desenlace:

------

Ayudándole a levantarse, y sacándola brevemente de su interior —al sonido de “flop”, haciendo ventosa y provocándole un repentino gemido—, la tumbé de espaldas en el sofá, quitándole el tanga y con las piernas levemente hacia fuera, levantadas. Besándonos brevemente y escupiendo la entrada de su culo y mi capullo, me preparé para seguir dándole cera, controlando esta vez yo la penetración y tratando de aguantar lo máximo posible.

Bombeaba ahora de manera constante, disfrutando no solo de la sensación de sentirme dentro de I.D.A. sino de ver sus pálidos pechos balanceándose y su cara de placer. Con una mano tocaba su empapado coño y, con la otra, amasaba una de sus tetas, gimiendo y jadeando sin parar.

Seguí disfrutando de esta vista mientras le sujetaba las piernas por los tobillos.

—Uff, uff, UUUUFFFF, ¡¡ME CORROOOOO!! —gritó la Presidenta con los ojos fuertemente cerrados y chorreando su coño como si de una fuente se tratara, al mismo tiempo que no paraba de frotarlo—.

Ver la húmeda corrida de I.D.A. salpicando mi torso fue la guinda del pastel. Di un par de estocadas más y tuve que soltarle las piernas para masturbarme enérgicamente y empezar a soltar una abundante y espesa corrida. El primer chorro fue a parar a la cara, boca y pelo de la Presidenta, y los siguientes bajaron por su boca, pecho y ombligo. Yo gemía de placer con los dientes apretados, dando las últimas sacudidas a mi polla y apurando hasta la última gota…

I.D.A. estaba tan cachonda que ni se inmutó cuando mi corrida le cubrió el rostro: ella seguía gimiendo hasta que su orgasmo fue cesando poco a poco… Y fue en ese momento, abriendo lenta y sensualmente los ojos, cuando me clavó la mirada mientras daba amplias bocanadas de aire.

—Fffffua chaval, menudo polvazo hemos pegado… —dijo, mientras se recogía con los dedos los restos de mi corrida y se los metía en la boca… O se los esparcía por los pezones…—.

Caí medio desmayado sobre ella, acurrucándome en su hombro mientras ella me abrazaba, besaba el cuello y hombro y me rodeaba con sus piernas. Nuestros cuerpos estaban ahora pegados y el sudor y mi corrida se entremezclaban en una escena de lo más morbosa.

Nos quedamos así durante unos instantes, y nos dimos un sensual morreo de despedida mientras me acariciaba cariñosamente los huevos y la polla, ahora flácida.

—Esto hay que repetirlo… Me has dejado extasiada… —dijo, como flotando en una nube—.
—Intentaré venir de nuevo, si hay alguna avería.
—Ya me encargaré de que no tardes demasiado en venir… —guiñándome un ojo y lanzándome un beso, mientras me subía el mono y ella se acariciaba el ahora más relajado coño—.

Finalmente, parece que mi trabajo me llevó algo más de una hora… Y también sudé más de lo previsto…



FIN DEL RELATO.

[George_caldero]

Gracias, compañero! Aquí va el desenlace:

------

Ayudándole a levantarse, y sacándola brevemente de su interior —al sonido de “flop”, haciendo ventosa y provocándole un repentino gemido—, la tumbé de espaldas en el sofá, quitándole el tanga y con las piernas levemente hacia fuera, levantadas. Besándonos brevemente y escupiendo la entrada de su culo y mi capullo, me preparé para seguir dándole cera, controlando esta vez yo la penetración y tratando de aguantar lo máximo posible.

Bombeaba ahora de manera constante, disfrutando no solo de la sensación de sentirme dentro de I.D.A. sino de ver sus pálidos pechos balanceándose y su cara de placer. Con una mano tocaba su empapado coño y, con la otra, amasaba una de sus tetas, gimiendo y jadeando sin parar.

Seguí disfrutando de esta vista mientras le sujetaba las piernas por los tobillos.

—Uff, uff, UUUUFFFF, ¡¡ME CORROOOOO!! —gritó la Presidenta con los ojos fuertemente cerrados y chorreando su coño como si de una fuente se tratara, al mismo tiempo que no paraba de frotarlo—.

Ver la húmeda corrida de I.D.A. salpicando mi torso fue la guinda del pastel. Di un par de estocadas más y tuve que soltarle las piernas para masturbarme enérgicamente y empezar a soltar una abundante y espesa corrida. El primer chorro fue a parar a la cara, boca y pelo de la Presidenta, y los siguientes bajaron por su boca, pecho y ombligo. Yo gemía de placer con los dientes apretados, dando las últimas sacudidas a mi polla y apurando hasta la última gota…

I.D.A. estaba tan cachonda que ni se inmutó cuando mi corrida le cubrió el rostro: ella seguía gimiendo hasta que su orgasmo fue cesando poco a poco… Y fue en ese momento, abriendo lenta y sensualmente los ojos, cuando me clavó la mirada mientras daba amplias bocanadas de aire.

—Fffffua chaval, menudo polvazo hemos pegado… —dijo, mientras se recogía con los dedos los restos de mi corrida y se los metía en la boca… O se los esparcía por los pezones…—.

Caí medio desmayado sobre ella, acurrucándome en su hombro mientras ella me abrazaba, besaba el cuello y hombro y me rodeaba con sus piernas. Nuestros cuerpos estaban ahora pegados y el sudor y mi corrida se entremezclaban en una escena de lo más morbosa.

Nos quedamos así durante unos instantes, y nos dimos un sensual morreo de despedida mientras me acariciaba cariñosamente los huevos y la polla, ahora flácida.

—Esto hay que repetirlo… Me has dejado extasiada… —dijo, como flotando en una nube—.
—Intentaré venir de nuevo, si hay alguna avería.
—Ya me encargaré de que no tardes demasiado en venir… —guiñándome un ojo y lanzándome un beso, mientras me subía el mono y ella se acariciaba el ahora más relajado coño—.

Finalmente, parece que mi trabajo me llevó algo más de una hora… Y también sudé más de lo previsto…



FIN DEL RELATO.

Guauuu jaja, que gran relato, la presidenta al final sucumbió a los encantos del montador, realmente bueno compañero, harás mas de ella o aceptas peticiones de otras mujeres relacionadas en este hilo? mis felicitaciones por el relato de nuevo jeje.

[ricqixcotl]

Gracias, compañero! Aquí va el desenlace:

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Ayudándole a levantarse, y sacándola brevemente de su interior —al sonido de “flop”, haciendo ventosa y provocándole un repentino gemido—, la tumbé de espaldas en el sofá, quitándole el tanga y con las piernas levemente hacia fuera, levantadas. Besándonos brevemente y escupiendo la entrada de su culo y mi capullo, me preparé para seguir dándole cera, controlando esta vez yo la penetración y tratando de aguantar lo máximo posible.

Bombeaba ahora de manera constante, disfrutando no solo de la sensación de sentirme dentro de I.D.A. sino de ver sus pálidos pechos balanceándose y su cara de placer. Con una mano tocaba su empapado coño y, con la otra, amasaba una de sus tetas, gimiendo y jadeando sin parar.

Seguí disfrutando de esta vista mientras le sujetaba las piernas por los tobillos.

—Uff, uff, UUUUFFFF, ¡¡ME CORROOOOO!! —gritó la Presidenta con los ojos fuertemente cerrados y chorreando su coño como si de una fuente se tratara, al mismo tiempo que no paraba de frotarlo—.

Ver la húmeda corrida de I.D.A. salpicando mi torso fue la guinda del pastel. Di un par de estocadas más y tuve que soltarle las piernas para masturbarme enérgicamente y empezar a soltar una abundante y espesa corrida. El primer chorro fue a parar a la cara, boca y pelo de la Presidenta, y los siguientes bajaron por su boca, pecho y ombligo. Yo gemía de placer con los dientes apretados, dando las últimas sacudidas a mi polla y apurando hasta la última gota…

I.D.A. estaba tan cachonda que ni se inmutó cuando mi corrida le cubrió el rostro: ella seguía gimiendo hasta que su orgasmo fue cesando poco a poco… Y fue en ese momento, abriendo lenta y sensualmente los ojos, cuando me clavó la mirada mientras daba amplias bocanadas de aire.

—Fffffua chaval, menudo polvazo hemos pegado… —dijo, mientras se recogía con los dedos los restos de mi corrida y se los metía en la boca… O se los esparcía por los pezones…—.

Caí medio desmayado sobre ella, acurrucándome en su hombro mientras ella me abrazaba, besaba el cuello y hombro y me rodeaba con sus piernas. Nuestros cuerpos estaban ahora pegados y el sudor y mi corrida se entremezclaban en una escena de lo más morbosa.

Nos quedamos así durante unos instantes, y nos dimos un sensual morreo de despedida mientras me acariciaba cariñosamente los huevos y la polla, ahora flácida.

—Esto hay que repetirlo… Me has dejado extasiada… —dijo, como flotando en una nube—.
—Intentaré venir de nuevo, si hay alguna avería.
—Ya me encargaré de que no tardes demasiado en venir… —guiñándome un ojo y lanzándome un beso, mientras me subía el mono y ella se acariciaba el ahora más relajado coño—.

Finalmente, parece que mi trabajo me llevó algo más de una hora… Y también sudé más de lo previsto…



FIN DEL RELATO.

Guauuu jaja, que gran relato, la presidenta al final sucumbió a los encantos del montador, realmente bueno compañero, harás mas de ella o aceptas peticiones de otras mujeres relacionadas en este hilo? mis felicitaciones por el relato de nuevo jeje.

Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado.

Tengo otro de Irene Montero y uno en mente de Inés Arrimadas. Por supuesto, haré alguno más de Ayuso y puedo intentar ajustarme a peticiones, si me pone e inspira lo suficiente la susodicha.

De nuevo, muchas gracias.

[George_caldero]

Gracias, compañero! Aquí va el desenlace:

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Ayudándole a levantarse, y sacándola brevemente de su interior —al sonido de “flop”, haciendo ventosa y provocándole un repentino gemido—, la tumbé de espaldas en el sofá, quitándole el tanga y con las piernas levemente hacia fuera, levantadas. Besándonos brevemente y escupiendo la entrada de su culo y mi capullo, me preparé para seguir dándole cera, controlando esta vez yo la penetración y tratando de aguantar lo máximo posible.

Bombeaba ahora de manera constante, disfrutando no solo de la sensación de sentirme dentro de I.D.A. sino de ver sus pálidos pechos balanceándose y su cara de placer. Con una mano tocaba su empapado coño y, con la otra, amasaba una de sus tetas, gimiendo y jadeando sin parar.

Seguí disfrutando de esta vista mientras le sujetaba las piernas por los tobillos.

—Uff, uff, UUUUFFFF, ¡¡ME CORROOOOO!! —gritó la Presidenta con los ojos fuertemente cerrados y chorreando su coño como si de una fuente se tratara, al mismo tiempo que no paraba de frotarlo—.

Ver la húmeda corrida de I.D.A. salpicando mi torso fue la guinda del pastel. Di un par de estocadas más y tuve que soltarle las piernas para masturbarme enérgicamente y empezar a soltar una abundante y espesa corrida. El primer chorro fue a parar a la cara, boca y pelo de la Presidenta, y los siguientes bajaron por su boca, pecho y ombligo. Yo gemía de placer con los dientes apretados, dando las últimas sacudidas a mi polla y apurando hasta la última gota…

I.D.A. estaba tan cachonda que ni se inmutó cuando mi corrida le cubrió el rostro: ella seguía gimiendo hasta que su orgasmo fue cesando poco a poco… Y fue en ese momento, abriendo lenta y sensualmente los ojos, cuando me clavó la mirada mientras daba amplias bocanadas de aire.

—Fffffua chaval, menudo polvazo hemos pegado… —dijo, mientras se recogía con los dedos los restos de mi corrida y se los metía en la boca… O se los esparcía por los pezones…—.

Caí medio desmayado sobre ella, acurrucándome en su hombro mientras ella me abrazaba, besaba el cuello y hombro y me rodeaba con sus piernas. Nuestros cuerpos estaban ahora pegados y el sudor y mi corrida se entremezclaban en una escena de lo más morbosa.

Nos quedamos así durante unos instantes, y nos dimos un sensual morreo de despedida mientras me acariciaba cariñosamente los huevos y la polla, ahora flácida.

—Esto hay que repetirlo… Me has dejado extasiada… —dijo, como flotando en una nube—.
—Intentaré venir de nuevo, si hay alguna avería.
—Ya me encargaré de que no tardes demasiado en venir… —guiñándome un ojo y lanzándome un beso, mientras me subía el mono y ella se acariciaba el ahora más relajado coño—.

Finalmente, parece que mi trabajo me llevó algo más de una hora… Y también sudé más de lo previsto…



FIN DEL RELATO.

Guauuu jaja, que gran relato, la presidenta al final sucumbió a los encantos del montador, realmente bueno compañero, harás mas de ella o aceptas peticiones de otras mujeres relacionadas en este hilo? mis felicitaciones por el relato de nuevo jeje.

Muchas gracias, me alegro de que te haya gustado.

Tengo otro de Irene Montero y uno en mente de Inés Arrimadas. Por supuesto, haré alguno más de Ayuso y puedo intentar ajustarme a peticiones, si me pone e inspira lo suficiente la susodicha.

De nuevo, muchas gracias.

Gracias a ti, este tipo de relatos son muy disfrutables y entretenidos.

Nada mal esos futuros best seller si los publicases jeje, a ver que tal son cuando lleguen; respecto a lo de las peticiones te podría hablar un día por privado y así comentarte para ver tu opinión? Básicamente para no saturar el hilo con muchos post jaja.

Muchas gracias a ti de nuevo, espero tu respuesta jeje.

[delgo]

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[ricqixcotl]

Guapísima Ayuso con Marlene Mourreau...

[HotFakex]

[ricqixcotl]

Algunos más de Isabel Ayuso. Qué cachonda está hecha...

[delgo]

anyone interested in discord group for ayuso?

[enigma]

anyone interested in discord group for ayuso?

Que pedazo de pajotes me hago con Ayuso. La de leche que me saca la tía!

[ricqixcotl]

She deserves tons of cum all over her face and tits... And a really thick, big cock inside her tight asshole...

[HotFakex]

[HotFakex]

[ricqixcotl]

Ayuso se pone juguetona...

[hmilflover]

El ultimo fake de Ayuso ha sido el que me ha hecho correrme como un loco

[ricqixcotl]

El ultimo fake de Ayuso ha sido el que me ha hecho correrme como un loco

Me alegro de que te haya gustado, compañero!

[FakeMaker6969]

A ver si os gustan estos de la Ayuso e Irene Montero

[ricqixcotl]

Buffff, brutales, compañero!!

[FakeMaker6969]

Me alegro que te gusten, ricqixcotl. Si quereis fakes, ya sabeis donde encontrarme, jejejejeje

[FakeMaker6969]

Si alguien quiere fakes gifs (sin limites), que me mande PM, adjuntando tres fotos de la zorrita, nombre y edad (de ella, por supuesto) y envío tres fakes.